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¿Qué comerán nuestros nietos?

¿Qué comerán nuestros nietos?

El concepto de estudios de mercado es muy amplio. Abarca muchos sectores, entre ellos el sector consumo. Pues bien, en este post vamos a hablar de tendencias de un mercado concreto que mueve billones de euros y que nos toca de cerca a todos: la alimentación.

Nuevos consumidores, nuevas tecnologías, cambios legislativos… todo ello dibuja un nuevo escenario para las empresas encargadas de la producción, distribución y desarrollo de los alimentos que servimos en nuestras mesas, que poco o nada se parecen a los que servían nuestras abuelas. Un escenario que es objeto de estudio de empresas y centros tecnológicos que buscan predecir y adaptarse a nuevas realidades.

Carne ficticia

Una de las tendencias más recientes (y llamativas) es el incremento del consumo de una carne ficticia, sin carne. El objetivo de las ‘nuevas familias’ es incluir en su dieta alimentos más ‘healthy’, con menor presencia de proteína animal. En este sentido, son muchas ya las empresas españolas que están produciendo y desarrollando nuevos productos a base de una carne semejante al pollo pero que en realidad no es tal. Nutrición saludable y consumo responsable son los activos más importantes para el triunfo de esta tendencia, que unida a la futura y ya anunciada carne cultivada (Cultured Meat) de laboratorio, nos augura un cambio en uno de los pilares fundamentales de nuestra alimentación como es la carne.

Ingredientes alternativos

Últimamente estamos viendo cómo la sociedad demanda cambios sustanciales en infinidad de ingredientes habituales de nuestra dieta; ya sea por velar por nuestra salud, por la ideología o por la búsqueda de la novedad, el caso es que en los últimos años la industria alimentaria se las ve y se las desea para encontrar sustitutos a ingredientes como la leche de vaca, el azúcar o el aceite de palma, entre otros. Ya no nos suena extraterrestre escuchar que algunas pizzas contienen coliflor en su base, que existen hamburguesas de pasta de legumbres o que una especie llamada ‘cúrcuma’ tiene propiedades nutritivas y terapéuticas por encima de la media. Es cuestión de tiempo averiguar cuáles de estos productos subirán al tren de las modas pasajeras y cuáles de ellos convivirán con nuestros nietos durante muchos años. Esperaremos impacientes.

¡Adiós alcohol!, ¡hola bebidas botánicas!

Algunos dietistas de moda han comenzado una guerra abierta contra las bebidas alcohólicas, llegando a atacar todas sus variantes: desde el whisky hasta el vino… En el extremo opuesto se encuentran las ‘bebidas botánicas’ emergentes que dan sus primeros pasos hacia nuestras despensas: los tés, los cafés con jarabe de enebro o cúrcuma o los cócteles sin alcohol, serán tendencia en bares y hogares. En los lineales de las grandes superficies veremos cómo crecen otros tipos de bebidas sanas que nos ayudarán a reducir el consumo de alcohol.

Verduras y vegetales de interior

Las zonas rurales de la España vaciada están viendo cómo su población está desapareciendo año tras año, en contraposición con las grandes urbes que son el foco de la concentración ciudadana y así apuntan las tendencias a futuro. En ellas crecen proyectos y start ups vinculados con un nuevo modelo de agricultura: la agricultura vertical. Pronto podremos ver verduras y hortalizas cultivadas en containers urbanos; lechugas que crecen en restauradas estaciones de metro y, porqué no, pimientos que recolectaremos nosotros mismos en el super cercano a casa. Una tendencia que busca la practicidad, la ecología e impregna de valor el recurso local.

Productos locales con historia

Otro movimiento que detectamos entre las jóvenes generaciones es que centran sus preferencias alimentarias en productos cercanos y locales y si, además, tienen una historia que contar, mejor que mejor. Demandan alimentos que nutran su cuerpo, pero también su mente.

Sostenibles y concienciados con la sociedad

La conciencia medioambiental del consumidor ha ganado millones de adeptos en los últimos años y como prueba está el incremento de los alimentos ecológicos en el mercado. Pero esta conversión hacia lo ecológico no afecta únicamente al alimento, sino también a la empresa responsable que justifica ante sus clientes la sostenibilidad de los procesos de elaboración de sus productos, las particularidades de su distribución (comercio justo) o su contribución a financiar proyectos sociales

Estos son sólo algunos ejemplos de las nuevas tendencias de consumo que nos esperan. Veremos si perduran hasta llegar a nuestros hijos o, ¿por qué no? también a nuestros nietos. ¡Salud para todos!

 

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